domingo, 17 de junio de 2012

La visión



- ¿Qué pasa?
- Las cosas van fatal, no tengo trabajo, no consigo encontrar otro, empiezo a tener deudas,... esto está muy mal.
- ¿Y qué haces?
- ¿Cómo que qué hago? Pues miro ofertas de trabajo en prensa,  web, etc.
- Bien... pues sal a la calle ¡ya!
- ¿?
- ¿Qué sabes hacer? ¿Sabes coser? Pues sal a la calle y cuéntale a todo el mundo que sabes coser, que tiene todo el tiempo del mundo para coser lo que cualquiera necesite porque ahora ya no trabajas en la oficina hasta las 10 de la noche. Enséñales lo bien que coses.
- Pero la gente no va a querer porque prefieren comprar cosas en X o en X, además no se van a creer que coso bien porque nadie sabe que lo llevo haciendo años en mi casa como hobbie.
- ¿Tienes poderes?
- ¿? No, claro que no.
- Entonces ¿tú qué sabes lo que la gente va a creer o no, si aún no les has dicho nada? Todos, absolutamente todos, vamos mucho más allá de las palabras que oímos. Si tú transmites que ellos no van a querer, así será. Si tú transmites que no se van a creer lo que les digas, no se lo creerán.
  Esto no quiere decir que de pronto el mundo entero necesite de ti, pero a medida que salgas a la calle cada vez más, tomes confianza en lo que eres y en lo que haces, y así lo transmitas, todo empezará a moverse.
  Por cierto, tienes más poderes de los que crees.

Cada uno de nosotros creamos nuestra propia realidad. Es tan simple como que yo estoy donde quiero estar, haciendo el papel que quiero, ahora. Y si me quejo, quiero cambiarlo, etc. en el fondo seguiré estando donde y como quiero estar, porque la queja sólo amplifica la misma realidad de la que nos quejamos.
Puede sonar duro, pero si somos honestos y nos quitamos caretas, en el fondo, allá, lo sabemos... Miedo.

¿El secreto? Cambia tu vibración... pero no con amuletos, velas, etc. no, no,... cambia tu vibración desde el centro de tu espíritu.

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