Quizás en nuestra cultura super-occidentalizada, mecanicista y lógica, a algun@s el chamanismo les suene a superchería o incluso a engaño o mentira.
La filosofía chamánica es una forma de vida en sí misma que se basa en ser consciente todo el tiempo de nuestra propia energía y de la interacción de ésta en la realidad que estemos viviendo. Siendo conscientes, sentimos la fuerza y la libertad que nos permite ser quien queremos ser y podemos conservarla sin desperdiciarla.
El chamanismo es la comunión con la Tierra, el fuego, el aire y el agua, la armonía del espíritu y el cuerpo, la Unidad (así con mayúsculas) universal, el equilibrio energético.
Quienes han probado una sesión de terapia chamánica, han podido sentir cómo todo esto sucede sin necesidad de ponerse plumas en el pelo (aunque todos sabemos que eso es lo de menos). La filosofía chamánica hoy se ha integrado en la realidad que nos ha tocado vivir (o ¿habrá sido al revés?), y se ha abierto al mundo tratando, cada vez más, de explicar con palabras...
Aunque siempre habrá cosas que sólo se puedan sentir.
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