Mabon concluye la cosecha comenzada
en Lughnassadh, festival inmediatamente anterior. Mientras que éste
señalaba la recolección de la cosecha de cereales, el equinoccio de
otoño señala la conclusión de la cosecha, así como la acción de gracias
por la abundancia, haciendo hincapié en la futura vuelta de esa
abundancia.
En esta época los días van haciéndose
más cortos para llegar a Samhain, que simboliza la muerte del Dios y el
comienzo de la etapa oscura del año.
Esta es además una época
de preparación. Seguimos con los tres festivales de la cosecha,
preparándonos para el invierno y el frío.
Es un momento para
reflexionar, observar todos los frutos que ahora tenemos en nuestras
manos. Un momento de introspección. Los equinoccios son momentos de
equilibrio energético. Y esta época, potenciada por coincidir con la luna
creciente, es ideal para crear nuevos proyectos y enfocarse en ellos,
observándolos como frutos que hemos cosechado y que nos ayudarán a sobrevivir la etapa
oscura del año.
La naturaleza decae, disminuye su generosidad, preparándose para el invierno y su tiempo de descanso.
Los árboles se despojan de sus hojas y nos invitan a soltar lo viejo y a concentrarnos en la vejez y la muerte con el fin del ciclo. Debemos recordar que para renacer hay que morir.
Es tiempo de meditar sobre lo que ya no queremos en nuestras vidas, y sobre la forma en que lograremos dejarlo ir.
Inciensos: ciprés, sándalo, pino, enebro.
Colores: café, verde, anaranjado, rojo, dorado, amarillo
Bebidas: Vino tinto.
Plantas: Avellano, Maíz, álamo, Ramitas de roble, Hojas de otoño,
Tallos de trigo,
Conos de Ciprés,
Conos de pino,
Espigueros de cosecha
Comida: recolecciones de la segunda cosecha, granos,
frutas y verduras, especialmente maíz, pan de maíz, etc.
FELIZ EQUINOCCIO... FELIZ EQUILIBRIO!!!
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