La noche del 30 al 31 de Agosto será la noche en cuestión. Desde hace siglos se cree que esa
noche y esa Luna son extraordinariamente mágicas ya que los dioses y
sobre todo Ariadna, la Diosa de la Luna, abren sus caminos y escucha y
atiende todas las peticiones que se formulen en esas horas.
Si la Luna Azul estuviera cerca del
solsticio de invierno, los rituales tendrían como fin solicitar su ayuda
para los temas sentimentales, de salud o de evolución personal.
Si la Luna Azul se produce, como es
nuestro caso, en torno al Solsticio de Verano lo que se suele solicitar de
la diosa son respuestas o señales relacionadas con objetivos o
metas que se deseen lograr sobre todo en temas que precisen de un toque de
azar, o de suerte.
Hay muchos rituales que se pueden realizar en torno a esta noche, en casi todos se utiliza un objeto de plata, o una piedra luna o un cristal de cuarzo blanco, y después de sentir la energía de la luna se solicita la ayuda.
En cualquier caso, e independientemente de rituales, la práctica de actividades meditativas durante la luna llena son la oportunidad perfecta para
alinearnos a los ciclos lunares y comenzar el camino hacia el bienestar. Con estas prácticas de meditación podemos conseguir elevar nuestro nivel vibracional y propiciar así una elevación de conciencia.
Es importante en estos días (y noches) recordar qué somos... Luz-Energía, no somos solamente un cuerpo físico, que el mundo físico es una manifestación del Amor y la Unidad de donde provenimos, por tanto debemos cuidarlo pero sin dejar de cuidar también nuestra Luz-Energía.
Noches, momentos como éste, son regalos del Universo que nos ayudan a avanzar en el camino de la consciencia con una energía que se siente especial.
A disfrutar de la LUNA AZUL, sol@, acompañad@, meditando, bailando,...